19 octubre 2012

Cuidar un cachorro


Los cachorros son como los bebés humanos. Necesitan cuidados, atención, paciencia y mucho amor.
Ellos son curiosos, revoltosos. Hay que comprender que su máximo tacto es la boca, por lo tanto aprenden mordiéndolo todo.  Morderán nuestros almohadones, mantas, zapatos. No son perros malos, están creciendo, investigando, aprendiendo. Si no queremos que nos destrocen la ropa, hay que comprarles juguetes. O bien hacerles nudos con trozos de tela que no necesitemos, darles cuerdas, botellas plásticas, etc.
No regañarlos con golpes. Ellos son inocentes como nuestros bebés. Están aprendiendo. Si están en manada observan el comportamiento de los mayores, incluso reciben correcciones cuando se comportan mal. Si están en nuestro hogar, podemos regañarlos, pero es importante saber que adoptar un cachorro significa escuchar ladridos, verlos correr por toda la casa, ir a calzarnos y que nos falte un zapato, ir a lavarnos las manos y que nos hayan comido el jabón, levantar caca y secar pichi a menudo.
Ellos aprenderán a hacer sus necesidades fuera, solo hay que darles tiempo. Cuando pequeñitos no pueden ni saben reprimirse, orinan a cada rato. Ya aprenderán a pedir junto a la puerta para salir al patio a hacer sus necesidades, ya podrán aguantarse las ganas de mayorcitos.
No somos sus “dueños”, esa palabra fría es para designar a quien compra un animal y cree que es su objeto. Si lo sacamos de su familia perruna, para el perrito somos sus padres, hermanos y abuelos. Somos su familia, ni más ni menos. Por eso nos ama, nos defiende y aprenderá a respetarnos si es que sabemos dirigirlo.
Recordar que los cachorros no tienen sensación de saciedad, el cachorro siempre nos pedirá más comida, parecerá que siempre tiene hambre. Pero su estómago es pequeñito y no podemos sobrealimentarlo o lo enfermaremos. Es mejor darle de comer 3 o 4 veces al día en pequeñas porciones, que dos veces en grandes porciones.
Desparasitarlos y vacunarlos les darán las defensas necesarias para prevenir enfermedades mortales tales como la Joven Edad, Parvovirus, etc.
La higiene debe preverse, en especial en primavera y verano cuando las pulgas y garrapatas proliferan. Ya no corre esa atrocidad del aceite quemado para curar la sarna ni las garrapatas. Eso solo tapa los poros de la piel del animal que puede terminar intoxicado. Hay productos en las veterinarias para curar la sarna (pastillas, productos para baños, inyecciones).


También muchos productos para prevenir pulgas y garrapatas (collares, champú, pipeta, etc.)
Un cachorro sano, será feliz, compañero, amigo y tal vez hasta guardián. Hay que respetar el carácter de cada uno. Y recordemos esto: los cachorros crecen, los cachorros maduran… entonces tendremos que seguir amándolos y cuidándolos como siempre. No abandonarlos en la azotea o atarlos a un árbol de por vida.
Los cachorros pueden y deben aprender muchas cosas. Pero es hora de que el humano también aprenda! Que aprenda que los perros son seres vivos que sienten: sufren, extrañan, se alegran, se encariñan, etc. El humano debe aprender a valorarlos y respetarlos. Y en ese camino estamos………………